Las 3 señales telemáticas más importantes

1. Sus máquinas pasan mucho tiempo al ralentí o en espera

Por ejemplo, si un cliente sufre 637 horas de espera, y estas se dividen entre 40 horas de trabajo por semana, el tiempo perdido equivale a 16 semanas en tiempo de producción. Esto supone una enorme cantidad de tiempo perdido que podría dedicarse a producir y generar beneficios. Eso sin contar con el combustible, los costes de mantenimiento y las nóminas de los operadores. Cuando la máquina está en un régimen alto al ralentí o a la espera, ni la cantidad ni las capacidades de las máquinas de su obra se ajustan a las toneladas que debe lograr por hora, ni al coste por cada tonelada. Volvo CE se vale de herramientas como SiteSim para calcular su organización óptima, donde se incluyen las rutas que los operadores deben seguir. Así, podrá mejorar la productividad, mientras minimiza su coste total de propiedad.

2. Su consumo de combustible es muy elevado

Los regímenes altos al ralentí y los tiempos de espera son unos de los motivos por los que se derrocha combustible. Pero hay otro: las operaciones poco eficientes. Los operadores que abusan del acelerador y realizan movimientos bruscos generan importantes pérdidas económicas por el desperdicio de combustible. Con la formación adecuada, los operadores aprenden a detectar cuánta potencia necesitan sin que las ruedas patinen. No obstante, los operadores con más experiencia también se pueden beneficiar de cursos como EcoOperator de Volvo, en el que se les enseña a los participantes la manera más inteligente de planificar su trabajo y aprovechar al máximo las últimas funciones que mejoran la eficiencia de las nuevas máquinas Volvo. Todo lo que se invierte en formación para operadores demuestra ser rentable a corto plazo, ya que el ahorro en combustible afecta positivamente a los beneficios empresariales.

3. Existen numerosos avisos relacionados con comportamientos operativos

Las alertas de comportamiento de los operadores pueden avisar de cualquier problema, por ejemplo, cuando se revoluciona demasiado el motor, se usa el modo incorrecto de trabajo o se opera la máquina de forma irresponsable. Así pues, la formación para operadores no solo reduce costes de combustible, sino que además reduce el desgaste de las máquinas e, incluso, los daños que puedan sufrir. Volvo y sus concesionarios cuentan con un catálogo de diferentes soluciones formativas orientadas a diferentes niveles para que los operadores aprendan a trabajar con sus máquinas con cuidado y efectividad, lo que se traduce en una reducción considerable de los costes de mantenimiento a largo plazo.