Volvo Construction Equipment (Volvo CE) se adelanta al resto del mundo al situarse entre un reducido número de empresas pioneras que están realizando pruebas de conectividad móvil 5G. Para ello, está desarrollando un programa que se espera que revolucione el sector de la construcción. El experto en 5G Calle Skillsäter, el cual trabaja como especialista técnico de Volvo CE para Máquinas conectadas, nos adentra en la materia.
En el 2017, obtuvimos resultados positivos cuando colocamos una máquina a 400 metros bajo tierra y la controlamos desde la superficie. Cuando probamos esta tecnología por primera vez en el 2015, pusimos una excavadora en funcionamiento en Eskilstuna, Suecia, y la controlamos desde Barcelona. Es un ejemplo para que os podáis hacer una idea del potencial que ofrece para operaciones realizadas a distancia. Y ahora, la menor latencia que ofrece la red 5G abre la puerta a operaciones realizadas a distancia desde puntos totalmente alejados. Sin embargo, a cierta distancia la latencia en la red será significativa.
Vamos a probar esta tecnología durante dos años. En este plazo de tiempo, nos hemos propuesto que el rendimiento de la red avance para mejorar. Lo que nos parece más interesante en esta fase inicial es que disfrutamos de una posición única en la que podemos eliminar problemas y también estamos desempeñando un papel importante, ya que influiremos en el modo en que la tecnología 5G funcionará con fines industriales cuando se aplique de un modo más general.
Aunque, ni que decir tiene, el objetivo que tenemos en Volvo CE es que el sistema esté tan avanzado y logre tantos buenos resultados, que podamos ponerlo a prueba con nuestros clientes. Es decir, queremos comprobar cómo funciona en una obra real. De hecho, esperamos que esto sea viable cuando las pruebas lleguen a su fin.
Sin duda alguna. Nos hemos propuesto que, tras finalizar la fase inicial de pruebas con la cargadora de ruedas, podamos probarla con el prototipo de cargadora HX2 para observar si es posible llevar a cabo un ciclo de trabajo empleando exclusivamente la tecnología 5G. En principio, en ese momento podremos probar la telefonía móvil 5G con entre seis y ocho cargadoras autónomas que lleven gravilla en una obra.
La minería conlleva sus riesgos, tanto para las personas que operan las máquinas desde ubicaciones remotas, como por los gases que se liberan cuando se realizan voladuras de rocas. Pero si podemos sacar a la gente de la obra, estaremos reduciendo por completo el riesgo de accidentes. Además, se tendrá la capacidad de realizar distintas operaciones y trabajar en diferentes obras desde una única ubicación central, lo que aumentará la productividad.
Por supuesto, no afecta solo a la minería. La industria forestal podría sacar provecho sin lugar a dudas, ya que se trata de un sector que cuenta con multitud de camiones que cargan y descargan en trenes, por lo general, de noche. Trabajar de noche supone un mayor riesgo para la visibilidad, obviamente, por lo que si se suprimen los operadores, las operaciones que se realicen serán mucho más seguras. Y también para trabajos realmente peligrosos en la industria siderúrgica o en el sector energético, donde el traslado físico de materiales puede provocar explosiones o emisiones de gases tóxicos. Por eso, una buena solución es prescindir de las personas en esas operaciones.
Es evidente que la seguridad es un factor fundamental, pero sin duda alguna la red móvil 5G afectará de forma positiva en la productividad. La tecnología de control remoto que hay en la actualidad sufre un retraso que dificulta enormemente el control de una máquina en cuanto a su velocidad o precisión. Sin embargo, en el caso de la de 5G, es como si fuera a tiempo real. Además, la calidad de la imagen mejora bastante, aumenta la resolución de la grabación en vídeo y la conexión de una red 5G es mucho más fiable. Todas estas ventajas juegan a favor del operador que se encuentra en el simulador.
En un principio, nos costó bastante encontrar el hardware. Las pruebas se encuentran totalmente en ciernes, así que hemos experimentado dificultades a la hora de encontrar módems para comunicarnos con la antena. Pero, por fortuna, Telia ha conseguido facilitarnos el equipo que necesitábamos. Y es que estamos tan al principio en las pruebas de esta tecnología, que, como es de esperar, tiene sus ventajas y sus desventajas.
Depende de las diferentes aplicaciones que se le dé en la construcción, por lo que hay que responder a preguntas como ¿cómo funciona?, ¿cubre la demanda del sector? o ¿es posible que los clientes la utilicen?. Así que la red móvil 5G servirá primero a los que se beneficien más de ella, pero se necesitará tiempo hasta que se cree la red y la infraestructura necesaria. En nuestro caso concreto de la construcción y para operaciones estáticas, como en canteras o minas, su llegada puede ser inminente. El momento no podría ser mejor, ya que nuestros clientes necesitan conectividad y quieren más datos. Y somos nosotros los que contamos con la investigación que determinará hasta qué punto es posible.
Imagen 1: Volvo CE está probando actualmente el potencial que ofrece la tecnología 5G cuando se utiliza para controlar de forma remota una cargadora de ruedas.
Imagen 2: Calle Skillsäter, especialista técnico de Volvo CE de Máquinas conectadas.